Pretexto de escritura: textos de ciencia ficción

   Consignas de escritura de textos de ciencia ficción  

    En el taller literario tenemos la oportunidad de explorar diversos géneros y subgéneros, por lo que estuvimos esta vez buceando en las aguas de la ciencia ficción. Leímos por ejemplo:

-La última noche del mundo, de Ray Bradbury;

-Sueños de robot, de Isaac Assimov;

-El peatón, de Ray Bradbury; entre otros. 

    Y luego de las lecturas, como siempre surgen la idea de explorar la propia escritura dentro del género, de jugar con nuestra propia voz, por lo que se les brindó a los estudiantes un disparador de escritura. Esos disparadores, como tales, pueden tomarse al pie de la letra o no, a veces solo resultan trampolines desde los cuales arrojarse a la fuente de la propia creatividad. Es por ello que nos gusta llamarlos pretextos de escritura, son como acompañantes que mitigan la angustia de la página en blanco y, otras veces, son verdaderos disparadores que se concretan en el texto de los estudiantes, nuestros jóvenes escritores. 

    Compartimos la consigna para que otros estudiantes, profesores o aficionados que tengan ganas de escribir y enviarnos sus producciones como comentarios, puedan tomarla libremente, sin pedir permiso, porque nuestra alegría más grande es inspirar a otros/as en esta hermosa aventura que es la literatura. Porque no hace falta ser un/a autor/a consagrado para tomar la palabra como escritores/as, para atreverse a jugar y explorar la propia voz, aunque luego ese texto requiera trabajo, borrones y tachaduras, con entusiasmo y perseverancia puede transformarse en una obra artística digna de compartir con otros/as. 

    Encontrarán la consigna de escritura en el siguiente vínculo:Disparador de escritura de textos de ciencia ficción_Taller Literario_EEE N° 1 Mercedes (B)  

    Pronto compartiremos las producciones de los/as alumnos/as del taller de Iniciación Literaria y ojalá podamos leer las de nuestros queridos lectores o las de chicos de otras escuelas que las hayan empleado. ¡Abrazos virtuales!